domingo, 21 de junio de 2009
¿Que es la "Operacion Valkiria"?
El Atentado del 20 de julio de 1944 fue el fallido intento de asesinar al dictador alemán Adolf Hitler[] llevado a cabo por un grupo de oficiales de la Wehrmacht organizados por el coronel conde Claus von Stauffenberg como parte de un golpe de estado basado en la llamada, "operación valkiria".
Esta operación seria un plan operativo de las reservas del ejército a ser puesto en práctica en caso de disturbios civiles o una sublevación de los millones de esclavos trabajando en fábricas alemanas.
Biografía de Adolf Hitler
Máximo dirigente de la Alemania nazi (Braunau, Bohemia, 1889 - Berlín, 1945). Hijo de un aduanero austriaco, su infancia transcurrió en Linz y su juventud en Viena. La formación de Adolf Hitler fue escasa y autodidacta, pues apenas recibió educación. En Viena (1907-13) fracasó en su vocación de pintor, malvivió como vagabundo y vio crecer sus prejuicios racistas ante el espectáculo de una ciudad cosmopolita, cuya vitalidad intelectual y multicultural le era por completo incomprensible.
De esa época data su conversión al nacionalismo germánico y al antisemitismo. En 1913 Adolf Hitler huyó del Imperio Austro-Húngaro para no prestar servicio militar; se refugió en Múnich y se enroló en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial (1914-18). La derrota le hizo pasar a la política, enarbolando un ideario de reacción nacionalista, marcado por el rechazo del nuevo régimen democrático de la República de Weimar, a cuyos políticos acusaba de haber traicionado a Alemania aceptando las humillantes condiciones de paz del Tratado de Versalles (1918).
De vuelta a Múnich, Hitler ingresó en un pequeño partido ultraderechista, del que pronto se convertiría en dirigente principal, rebautizándolo como Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP). Dicho partido se declaraba nacionalista, antisemita, anticomunista, antisocialista, antiliberal, antidemócrata, antipacifista y anticapitalista, aunque este último componente revolucionario de carácter social quedaría pronto en el olvido; este abigarrado conglomerado ideológico, fundamentalmente negativo, se alimentaba de los temores de las clases medias alemanas ante las incertidumbres del mundo moderno. Influenciado por el fascismo de Mussolini, este movimiento, adverso tanto a lo existente como a toda tendencia de progreso, representaba la respuesta reaccionaria a la crisis del Estado liberal que la guerra había acelerado.
Sin embargo, Hitler tardaría en hacer oír su propaganda. En 1923 fracasó en un primer intento de tomar el poder desde Múnich, apoyándose en las milicias armadas de Ludendorff. Fue detenido, juzgado y encarcelado, aunque tan sólo pasó en la cárcel un año y medio, tiempo que aprovechó de escribir sus ideas políticas en un libro que tituló Mi lucha y que diseñaba las grandes líneas de su actuación posterior.
De nuevo en libertad desde 1925, Hitler reconstituyó el NSDAP expulsando a los posibles rivales y se rodeó de un grupo de colaboradores fieles como Goering, Himmler y Goebbels. La profunda crisis económica desatada desde 1929 y las dificultades políticas de la República de Weimar le proporcionaron una audiencia creciente entre las legiones de parados y descontentos dispuestos a escuchar su propaganda demagógica, envuelta en una parafernalia de desfiles, banderas, himnos y uniformes.
Combinando hábilmente la lucha política legal con el uso ilegítimo de la violencia en las calles, los nacionalsocialistas o nazis fueron ganando peso electoral hasta que Hitler se hizo confiar el gobierno por el presidente Hindenburg en 1933.
Desde la Cancillería, Hitler destruyó el régimen constitucional y lo sustituyó por una dictadura de partido único basada en su poder personal. El Tercer Reich así creado fue un régimen totalitario basado en un nacionalismo exacerbado y en un complejo de superioridad racial sin fundamento científico alguno basado en estereotipos que contrastaban con la ridícula figura del propio Hitler.
Tras la muerte de Hindenburg, Hitler se hizo nombrar Führer de Alemania y se hizo prestar juramento por el ejército. La sangrienta represión contra los disidentes culminó en la purga de las propias filas nazis durante la «Noche de los Cuchillos Largos» (1934) y la instauración de un control policial total de la sociedad, mientras que la persecución contra los judíos, iniciada con las racistas Leyes de Núremberg (1935) y con el pogromo conocido como la «Noche de los Cristales Rotos» (1938) culminó con el exterminio sistemático de los judíos europeos a partir de 1939 (la «Solución Final»).
La política internacional de Hitler fue la clave de su prometida reconstitución de Alemania, basada en desviar la atención de los conflictos internos hacia una acción exterior agresiva. Se alineó con la dictadura fascista italiana, con la que intervino en auxilio de Franco en la Guerra Civil española (1936-39), ensayo general para la posterior contienda mundial; y completó sus alianzas con la incorporación del Japón en una alianza antisoviética (Pacto Antikomintern, 1936) hasta formar el Eje Berlín-Roma-Tokyo (1937).
Militarista convencido, Hitler empezó por rearmar al país para hacer respetar sus demandas por la fuerza (restauración del servicio militar obligatorio en 1935, remilitarización de Renania en 1936); con ello reactivó la industria alemana, redujo el paro y prácticamente superó la depresión económica que le había llevado al poder.
Luego, apoyándose en el ideal pangermanista, reclamó la unión de todos los territorios de habla alemana: primero se retiró de la Sociedad de Naciones, rechazando sus métodos de arbitraje pacífico (1933); luego forzó el asesinato de Dollfuss (1934) y el Anschluss o anexión de Austria (1938); a continuación invadió la región checa de los Sudetes y, tras engañar a la diplomacia occidental prometiendo no tener más ambiciones (Conferencia de Múnich, 1938), ocupó el resto de Checoslovaquia, la dividió en dos y la sometió a un protectorado; aún se permitió arrebatar a Lituania el territorio de Memel (1939).
Pero, cuando el conflicto en torno a la ciudad libre de Danzig le llevó a invadir Polonia, Francia y Gran Bretaña reaccionaron y estalló la Segunda Guerra Mundial (1939-45). Hitler había preparado sus fuerzas para esta gran confrontación, que según él habría de permitir la expansión de Alemania hasta lograr la hegemonía mundial (Protocolo Hossbach, 1937); en previsión del estallido bélico había reforzado su alianza con Italia (Pacto de Acero, 1939) y, sobre todo, había concluido un Pacto de no-agresión con la Unión Soviética (1939), acordando con Stalin el reparto de Polonia.
El moderno ejército que había preparado obtuvo brillantes victorias en todos los frentes durante los primeros años de la guerra, haciendo a Hitler dueño de casi toda Europa mediante una «guerra relámpago»: ocupó Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Yugoslavia, Grecia. (mientras que Italia, España, Hungría, Rumania, Bulgaria y Finlandia eran sus aliadas, y países como Suecia y Suiza declaraban una neutralidad benévola).
Sólo Gran Bretaña resistió el intento de invasión (batalla aérea de Inglaterra, 1940-41); pero la suerte de Hitler empezó a cambiar cuando lanzó la invasión de Rusia, respondiendo tanto al ideal anticomunista básico del nazismo como al proyecto de arrebatar a la «inferior» raza eslava del este el «espacio vital» que soñaba para engrandecer a Alemania (1941). A partir de la batalla de Stalingrado (1943), el curso de la guerra se invirtió y las fuerzas soviéticas comenzaron una contraofensiva que no se detendría hasta tomar Berlín en 1945; simultáneamente se reabrió el frente occidental con el aporte masivo en hombres y armas procedente de Estados Unidos (involucrados en la guerra desde 1941), que permitió el desembarco de Normandía (1944).
Derrotado y fracasados todos sus proyectos, Hitler vio cómo empezaban a abandonarle sus colaboradores y la propia Alemania era arrasada por los ejércitos aliados; en su limitada visión del mundo no había sitio para el compromiso o la rendición, de manera que arrastró a su país hasta la catástrofe y finalmente se suicidó en el búnker de la Cancillería de Berlín donde se había refugiado, después de haber provocado una guerra total a escala planetaria y un genocidio sin precedentes en los campos de concentración.
Análisis: Película Operación Valkiria
Contexto:
La pelicula esta basada en un hecho real, que nos lleva a la Alemania nazi unos meses antes del suicido de Hitler. Exactamente, al 20 de Julio de 1944, momento en el que aunque ponía en peligro a toda su familia, el coronel Stauffenberg viajaba hasta la Guarida del Lobo, para colocar una bomba y matar al dictador, poniendo así en marcha la Operación Valkiria tanto eliminarlo como de derrocarlo.
Apoyo Histórico:
Este hecho fue real el cual ocurrio el 20 de julio de 1944, el cual resultó fallido. Su objetivo era asesinar al dictador alemán Adolf Hitler llevado a cabo por un grupo de oficiales de la Wehrmacht organizados por el coronel conde Claus von Stauffenberg como parte de un golpe de estado llamada Operación Valkiria, un plan operativo de las reservas del ejército a ser puesto en práctica en caso de disturbios civiles o una sublevación de los millones de esclavos trabajando en fábricas alemanas.
Visiones:
La bomba del 20 de julio de 1944 llega desde lejos. Militares, políticos e intelectuales, separados en grupos de diferentes ideologías y con diversas motivaciones, conspiran desde hace tiempo, como sabemos, contra Hitler, especialmente desde que han comprendido que ya no hay modo de ganar la guerra o, por lo menos, de negociar su solución pacífica.
Trailer de la Película
Anexo: El Milagro de Hitler
El resultado del fallido atentado fue fortalecer a Hitler en sus posteriores días. En el transcurso del último año he vuelto a creer también en los milagros. La salvación del Führer el 20 de julio fue un milagro. Según explica Ian Kershaw en su biografía de Hitler, un informe oficial nazi recopilado un día después del atentado “aseguraba incluso que en algunas regiones y entre algunos sectores de la población que se sabía que mantenían una actitud crítica hacia el nazismo podían constatarse también los mismos sentimientos (de indignación); ni un solo comentario insinuaba simpatía por el asesinato planeado. (...) Muchos estaban dispuestos a aceptar la versión del propio Hitler, que consideraba su supervivencia una señal de la Providencia y un indicio de que, pese a todos los reveses, la guerra acabaría en victoria. El informe añadía que muchas personas vinculaban `ideas místicas y religiosas a la persona de Hitler´”. La misma Alemania Secreta que había fallado al profetizar la llegada del nuevo Mesías erraba también al intentar vencer a su Anticristo. Al atentado seguiría una brutal purga en la que perecerían más de 200 personas relacionadas de una u otra forma con el complot y la resistencia en Alemania, incluyendo héroes de guerra como el general Rommel. Juicios histriónicos y sangrientas ejecuciones, fotografiadas y filmadas para disfrute de Hitler y sus S.S., acabarían con cualquier esperanza de poner fin pacífico a la guerra. Los días de Hitler estaban contados, pero el espíritu místico y aristocrático del George-kreis estaba tan condenado como él y Claus von Stauffenberg destinado a convertirse en símbolo, mártir y héroe de una ambigua resistencia alemana que quizá, en el fondo, fue tan mítica y esotérica que nunca existió.
La pelicula esta basada en un hecho real, que nos lleva a la Alemania nazi unos meses antes del suicido de Hitler. Exactamente, al 20 de Julio de 1944, momento en el que aunque ponía en peligro a toda su familia, el coronel Stauffenberg viajaba hasta la Guarida del Lobo, para colocar una bomba y matar al dictador, poniendo así en marcha la Operación Valkiria tanto eliminarlo como de derrocarlo.
Apoyo Histórico:
Este hecho fue real el cual ocurrio el 20 de julio de 1944, el cual resultó fallido. Su objetivo era asesinar al dictador alemán Adolf Hitler llevado a cabo por un grupo de oficiales de la Wehrmacht organizados por el coronel conde Claus von Stauffenberg como parte de un golpe de estado llamada Operación Valkiria, un plan operativo de las reservas del ejército a ser puesto en práctica en caso de disturbios civiles o una sublevación de los millones de esclavos trabajando en fábricas alemanas.
Visiones:
La bomba del 20 de julio de 1944 llega desde lejos. Militares, políticos e intelectuales, separados en grupos de diferentes ideologías y con diversas motivaciones, conspiran desde hace tiempo, como sabemos, contra Hitler, especialmente desde que han comprendido que ya no hay modo de ganar la guerra o, por lo menos, de negociar su solución pacífica.
Trailer de la Película
Anexo: El Milagro de Hitler
El resultado del fallido atentado fue fortalecer a Hitler en sus posteriores días. En el transcurso del último año he vuelto a creer también en los milagros. La salvación del Führer el 20 de julio fue un milagro. Según explica Ian Kershaw en su biografía de Hitler, un informe oficial nazi recopilado un día después del atentado “aseguraba incluso que en algunas regiones y entre algunos sectores de la población que se sabía que mantenían una actitud crítica hacia el nazismo podían constatarse también los mismos sentimientos (de indignación); ni un solo comentario insinuaba simpatía por el asesinato planeado. (...) Muchos estaban dispuestos a aceptar la versión del propio Hitler, que consideraba su supervivencia una señal de la Providencia y un indicio de que, pese a todos los reveses, la guerra acabaría en victoria. El informe añadía que muchas personas vinculaban `ideas místicas y religiosas a la persona de Hitler´”. La misma Alemania Secreta que había fallado al profetizar la llegada del nuevo Mesías erraba también al intentar vencer a su Anticristo. Al atentado seguiría una brutal purga en la que perecerían más de 200 personas relacionadas de una u otra forma con el complot y la resistencia en Alemania, incluyendo héroes de guerra como el general Rommel. Juicios histriónicos y sangrientas ejecuciones, fotografiadas y filmadas para disfrute de Hitler y sus S.S., acabarían con cualquier esperanza de poner fin pacífico a la guerra. Los días de Hitler estaban contados, pero el espíritu místico y aristocrático del George-kreis estaba tan condenado como él y Claus von Stauffenberg destinado a convertirse en símbolo, mártir y héroe de una ambigua resistencia alemana que quizá, en el fondo, fue tan mítica y esotérica que nunca existió.
Planificacion de la "Operacion Valkiria"
A inicios de julio de 1944, von Stauffenberg ya había acudido a dos conferencias militares de Hitler con una potente bomba oculta en su maletín, mas no la había activado porque según Goerdeler y Beck era necesario que junto con Hitler muriesen también sus posibles sucesores Hermann Goering y Heinrich Himmler; tal requisito dificultaba el plan pues Himmler, en calidad de jefe máximo de las SS, recibía órdenes directas de Hitler y rara vez iba a conferencias militares de la Wehrmacht. El 15 de julio, ante la presión del tiempo, se permitió que Stauffenberg ejecute el asesinato en cuanto pudiese, sin requisitos previos; el plan consistía en que Stauffenberg llevase su maletín con una bomba, lo dejase al costado de Hitler en medio de la conferencia, inventara una excusa para salir del recinto y luego huyese a Berlín a reunirse con los otros conspiradores en el Cuartel General del Ejército de Reserva, situado en la avenida Bendlerstrasse (llamado por ello el Bendlerblock). Tras esto, Fromm iniciaría la «Operación Valkiria» movilizando las tropas en apoyo al nuevo gobierno, arrestando a los líderes nazis; semejante plan era arriesgado y dependía de una gran coincidencia de hechos para tener éxito.
El 15 de julio de 1944 un error de comunicación causó que el general Friedrich Fromm iniciara parcialmente la «Operación Valkiria» creyendo que Hitler había sido asesinado pero con gran esfuerzo se detuvo la movilización total de tropas alegando que la convocatoria para ello era sólo un ejercicio de práctica. El día 18 de julio Stauffenberg supo que la Gestapo podría arrestarlo en cualquier momento y se decidió matar a Hitler en la primera ocasión viable, para ello salió de Berlín por avión en la mañana del 20 de julio hacia Rastenburg, localidad de Prusia Oriental; a 15 km al este de dicha población se hallaba el cuartel militar de Hitler llamado Wolfsschanze ('Guarida del Lobo') y allí se dirigió Stauffenberg con una bomba oculta en el maletín.
La conferencia militar de Hitler con otros jefes militares empezó en una amplia sala poco después del mediodía, donde acudieron el mariscal de campo Wilhelm Keitel, los generales Alfred Jodl, Walter Warlimont y otros altos oficiales, entre los cuales se hallaba Stauffenberg, bordeando una enorme mesa con mapas; minutos después de empezada la reunión Stauffenberg activó la bomba en su maletín y luego pidió permiso para retirarse por unos minutos fuera del recinto, dejando su maletín en la sala junto a la gran mesa. A las 12.40 la bomba explotó destruyendo gravemente la sala de conferencias, matando a cuatro oficiales e hiriendo gravemente a otros cinco, pero dejando a Hitler, Jodl y Keitel sólo con heridas muy leves. No obstante Stauffenberg observó la humareda desde fuera de la Wolfsschanze y retornó a Berlín a las 13.00 creyendo que Hitler estaba muerto.
Poco antes de las 15.00 , el general Friedrich Fromm recibió una llamada desde Rastenburg del general Erich Fellgiebel, del Cuerpo de Señales y participante de la conspiración, quien avisó a sus demás cómplices que Hitler había sobrevivido al ataque. Tal noticia alertó a los conspiradores reunidos en el Bendlerblock pues calcularon que si Adolf Hitler estaba vivo las tropas de reserva no obedecerían la movilización de «Operación Valkiria» ordenada por Fromm.
Aumentó la confusión entre los conjurados el hecho que Stauffenberg llamase después por teléfono al general Fromm a las 15.00, tras haber aterrizado en Berlín y le asegurase a los demás conspiradores que Hitler había muerto; recién a las 16.00 y con dos versiones contradictorias de distintos conspiradores, el general Olbricht lanzó la orden de empezar la «Operación Valkiria» y movilizar a las tropas de reserva disponibles, pero poco después Friedrich Fromm llamó por teléfono a Rastenburg y conversó con el mariscal de campo Wilhelm Keitel y éste (ajeno a la conjura) le aseguro que Hitler estaba vivo, además de preguntarle por el paradero del coronel Stauffenberg.
A las 16.40 Stauffenberg llegó al Bendlerblock y Fromm intentó arrestarlo de inmediato, se cree que para borrar evidencias de su participación en el complot, pero fracasó al no ser secundado por Olbricht ni otros oficiales. De todos modos a esa hora Heinrich Himmler había tomado medidas para que la SS ponga fin al intento de golpe de Estado y ordenaba a las tropas del resto de Alemania que no obedecieran la movilización de «Operación Valkiria», la sede ministerial de Joseph Goebbels fue cercada por las tropas de la guarnición de Berlín creyentes en las órdenes de Fromm y de Olbricht pero todavía Goebbels contaba con la línea telefónica no cortada por los conspiradores.
El momento decisivo ocurre a las 19:00, cuando Hitler estaba lo bastante recuperado para llamar por teléfono. Hitler pudo llamar a Goebbels, quien hizo arreglos para que aquel hablara con el comandante de las tropas que rodeaban su ministerio, el mayor Otto Remer, para persuadirle que estaba vivo y exigirle reprimir inmediatamente la revuelta en Berlín; esa misma noche Hitler ordenó que el mayor Remer fuese ascendido a coronel.
A las 20.00 un furioso Witzleben llega al Benderblock y discute airadamente con Stauffenberg, quien todavía insistía en que el golpe podía continuar. Witzleben abandona el edificio poco después. Alrededor de esta hora la toma del poder en París había sido abortada, cuando el general Stülpnagel fue arrestado por el general Günther von Kluge al enterarse éste último que Hitler había sobrevivido.
Los miembros menos resueltos de la conspiración en Berlín comienzan a cambiar de bando ahora. Estalla la lucha en el Bendlerblock entre los conspiradores que apoyan al golpe y los leales a Hitler (entre estos últimos está el general Friedrich Fromm) y Stauffenberg es herido. El general Ludwig Beck, al convencerse que no había esperanza, se suicida (el primero de numerosos suicidios cometidos en los siguientes días). Hacia las 23:00 el general Fromm ha retomado el control del Bendlerblock, destruyendo huellas de su colaboración con los conspiradores, arresta a Stauffenberg y a Olbricht con otros oficiales que insistieron en continuar con el golpe de estado, se instituye a sí mismo en «corte marcial especial», y les condena a muerte. A las 00.10 del 21 de julio los cuatro hombres condenados por él mismo son fusilados en el patio trasero del edificio "Bendlerblock". Otros habrían sido fusilados, pero a las 00.30 irrumpe en el Bendlerblock Otto Skorzeny con un batallón de la SS, prohibiendo nuevas ejecuciones hasta determinar fielmente cuántos militares han participado en la sublevación. Fromm prefiere no enfrentarse a las SS y se dirige al día siguiente a visitar al Ministro de Propaganda Joseph Goebbels, atribuyéndose el mérito de haberse enfrentado a los rebeldes, no obstante en ese mismo acto Fromm es arrestado, y tras descubrirse su participación en la conspiración por documentos encontrados en su caja fuerte, muere fusilado en marzo de 1945.
El 15 de julio de 1944 un error de comunicación causó que el general Friedrich Fromm iniciara parcialmente la «Operación Valkiria» creyendo que Hitler había sido asesinado pero con gran esfuerzo se detuvo la movilización total de tropas alegando que la convocatoria para ello era sólo un ejercicio de práctica. El día 18 de julio Stauffenberg supo que la Gestapo podría arrestarlo en cualquier momento y se decidió matar a Hitler en la primera ocasión viable, para ello salió de Berlín por avión en la mañana del 20 de julio hacia Rastenburg, localidad de Prusia Oriental; a 15 km al este de dicha población se hallaba el cuartel militar de Hitler llamado Wolfsschanze ('Guarida del Lobo') y allí se dirigió Stauffenberg con una bomba oculta en el maletín.
La conferencia militar de Hitler con otros jefes militares empezó en una amplia sala poco después del mediodía, donde acudieron el mariscal de campo Wilhelm Keitel, los generales Alfred Jodl, Walter Warlimont y otros altos oficiales, entre los cuales se hallaba Stauffenberg, bordeando una enorme mesa con mapas; minutos después de empezada la reunión Stauffenberg activó la bomba en su maletín y luego pidió permiso para retirarse por unos minutos fuera del recinto, dejando su maletín en la sala junto a la gran mesa. A las 12.40 la bomba explotó destruyendo gravemente la sala de conferencias, matando a cuatro oficiales e hiriendo gravemente a otros cinco, pero dejando a Hitler, Jodl y Keitel sólo con heridas muy leves. No obstante Stauffenberg observó la humareda desde fuera de la Wolfsschanze y retornó a Berlín a las 13.00 creyendo que Hitler estaba muerto.
Poco antes de las 15.00 , el general Friedrich Fromm recibió una llamada desde Rastenburg del general Erich Fellgiebel, del Cuerpo de Señales y participante de la conspiración, quien avisó a sus demás cómplices que Hitler había sobrevivido al ataque. Tal noticia alertó a los conspiradores reunidos en el Bendlerblock pues calcularon que si Adolf Hitler estaba vivo las tropas de reserva no obedecerían la movilización de «Operación Valkiria» ordenada por Fromm.
Aumentó la confusión entre los conjurados el hecho que Stauffenberg llamase después por teléfono al general Fromm a las 15.00, tras haber aterrizado en Berlín y le asegurase a los demás conspiradores que Hitler había muerto; recién a las 16.00 y con dos versiones contradictorias de distintos conspiradores, el general Olbricht lanzó la orden de empezar la «Operación Valkiria» y movilizar a las tropas de reserva disponibles, pero poco después Friedrich Fromm llamó por teléfono a Rastenburg y conversó con el mariscal de campo Wilhelm Keitel y éste (ajeno a la conjura) le aseguro que Hitler estaba vivo, además de preguntarle por el paradero del coronel Stauffenberg.
A las 16.40 Stauffenberg llegó al Bendlerblock y Fromm intentó arrestarlo de inmediato, se cree que para borrar evidencias de su participación en el complot, pero fracasó al no ser secundado por Olbricht ni otros oficiales. De todos modos a esa hora Heinrich Himmler había tomado medidas para que la SS ponga fin al intento de golpe de Estado y ordenaba a las tropas del resto de Alemania que no obedecieran la movilización de «Operación Valkiria», la sede ministerial de Joseph Goebbels fue cercada por las tropas de la guarnición de Berlín creyentes en las órdenes de Fromm y de Olbricht pero todavía Goebbels contaba con la línea telefónica no cortada por los conspiradores.
El momento decisivo ocurre a las 19:00, cuando Hitler estaba lo bastante recuperado para llamar por teléfono. Hitler pudo llamar a Goebbels, quien hizo arreglos para que aquel hablara con el comandante de las tropas que rodeaban su ministerio, el mayor Otto Remer, para persuadirle que estaba vivo y exigirle reprimir inmediatamente la revuelta en Berlín; esa misma noche Hitler ordenó que el mayor Remer fuese ascendido a coronel.
A las 20.00 un furioso Witzleben llega al Benderblock y discute airadamente con Stauffenberg, quien todavía insistía en que el golpe podía continuar. Witzleben abandona el edificio poco después. Alrededor de esta hora la toma del poder en París había sido abortada, cuando el general Stülpnagel fue arrestado por el general Günther von Kluge al enterarse éste último que Hitler había sobrevivido.
Los miembros menos resueltos de la conspiración en Berlín comienzan a cambiar de bando ahora. Estalla la lucha en el Bendlerblock entre los conspiradores que apoyan al golpe y los leales a Hitler (entre estos últimos está el general Friedrich Fromm) y Stauffenberg es herido. El general Ludwig Beck, al convencerse que no había esperanza, se suicida (el primero de numerosos suicidios cometidos en los siguientes días). Hacia las 23:00 el general Fromm ha retomado el control del Bendlerblock, destruyendo huellas de su colaboración con los conspiradores, arresta a Stauffenberg y a Olbricht con otros oficiales que insistieron en continuar con el golpe de estado, se instituye a sí mismo en «corte marcial especial», y les condena a muerte. A las 00.10 del 21 de julio los cuatro hombres condenados por él mismo son fusilados en el patio trasero del edificio "Bendlerblock". Otros habrían sido fusilados, pero a las 00.30 irrumpe en el Bendlerblock Otto Skorzeny con un batallón de la SS, prohibiendo nuevas ejecuciones hasta determinar fielmente cuántos militares han participado en la sublevación. Fromm prefiere no enfrentarse a las SS y se dirige al día siguiente a visitar al Ministro de Propaganda Joseph Goebbels, atribuyéndose el mérito de haberse enfrentado a los rebeldes, no obstante en ese mismo acto Fromm es arrestado, y tras descubrirse su participación en la conspiración por documentos encontrados en su caja fuerte, muere fusilado en marzo de 1945.
sábado, 20 de junio de 2009
Desarrollo y Antecedentes del Atentado a Hitler
Estado en el que quedó la sala de conferencias tras el atentado.
El proyecto de derrocar a Adolf Hitler empezó a gestarse de manera difusa en 1938 dentro de algunos altos oficiales de la Wehrmacht deseosos de evitar una gran guerra a escala europea, entre estos conspiradores estaban el general Ludwig Beck, antiguo jefe de Estado Mayor y el mariscal de campo Erwin von Witzleben, sin embargo la indecisión de los generales del ejército Franz Halder y Walther von Brauchitsch impidieron ejecutar tales planes, mientras la política de apaciguamiento seguida por Gran Bretaña y Francia en esos años les desanimaba de realizar un acto concreto contra el régimen nazi.
Tras los resonantes triunfos de la Wehrmacht en Polonia, Noruega, Francia, Bélgica y Holanda, la popularidad de Adolf Hitler aumentó muchísimo entre las masas alemanas y los oficiales de la Wehrmacht no fueron ajenos a tal fenómeno, por lo cual a fines de 1940 se hizo muy difícil reclutar conspiradores decididos a derrocar al régimen triunfante hasta entonces.
En 1941 tras la Operación Barbarroja se forma otro grupo de resistencia dirigido por el coronel Henning von Tresckow, quien trabajaba como parte del Estado Mayor del general Fedor von Bock, su tío. Desde allí Von Tresckow reclutaba nuevos conspiradores entre la oficialidad germana, pero sus planes no pudieron avanzar mucho debido a la Batalla de Moscú en diciembre de 1941, donde el avance alemán fue totalmente detenido por el Ejército Rojo lo cual significó que Hitler le quitara a Von Bock el mando del «Grupo de Ejércitos del Centro» mientras Brauchitsch también era relevado del mando de tropas. A ello se sumaba el hecho que los destacados triunfos de la Wehrmacht en el frente oriental durante 1941 desanimaban a la mayoría de los oficiales de participar en una conspiración contra Hitler, aún reconociendo la peligrosidad que implicaba para Alemania una guerra contra la Unión Soviética.
En 1942 Tresckow con ayuda del general Hans Oster logró reclutar en su núcleo de oposición al general Friedrich Olbricht, quien dirigía la oficina principal del ejército en Berlín, controlando allí un sistema de comunicaciones autónomo que unía a las unidades militares de reserva aún estacionadas en territorio de Alemania.
A fines de 1942 Tresckow y Olbricht intentaron asesinar a Hitler con bombas dos veces, una en Smolensk y la otra en Berlín, pero ambos planes fallaron, también buscaron sin éxito unir a su conspiración a los mariscales de campo Erich von Manstein y Gerd von Rundstedt, dos militares veteranos que gozaban de gran prestigio en la Wehrmacht por sus conocimientos de táctica en combate, quienes podrían ayudar a un efectivo derrocamiento del régimen nazi y no a un mero asesinato de Hitler.
En 1943 los planes para un golpe de Estado contra el Tercer Reich se vieron favorecidos por el curso de la Segunda Guerra Mundial desfavorable para Alemania, con la grave derrota en la Batalla de Stalingrado, la contraofensiva soviética que culminó en la Batalla de Kursk y la total derrota germana en África del norte tras la batalla de El Alamein. A mediados de ese año Tresckow reclutó en la conspiración al coronel Claus von Stauffenberg, herido de guerra en África, quien se mostró dispuesto a realizar personalmente el intento de asesinar a Hitler.
Ese año Olbricht sugirió a Tresckow un proyecto de golpe de Estado ya avanzado. Había un plan de emergencia militar del Tercer Reich denominado Operación Valkiria, previsto para usar en caso de una revuelta masiva de los obreros extranjeros esclavizados en Alemania o en situación de un grave caos civil en retaguardia debido a los bombardeos aéreos. Dicho plan implicaba la movilización de unidades de la Wehrmacht para restablecer la autoridad y podía usarse según Olbricht para que unidades militares tomen el control de las ciudades arrestando a los líderes nazis, y desarmando a las SS y a la Gestapo tras la muerte de Hitler. Dicho plan debía ser puesto en práctica por el veterano general Friedrich Fromm, jefe de las reservas militares alemanas, y para asegurar el éxito del golpe de Estado era preciso reclutar a Fromm en la conspiración o neutralizarlo en caso necesario. Inclusive a mediados de 1944 la conspiración obtuvo un nuevo apoyo en el general Carl Heinrich von Stülpnagel, jefe máximo de las guarniciones germanas en Francia, quien ofreció tras la muerte de Hitler tomar el control de París y negociar un armisticio inmediato con las tropas estadounidenses y británicas que avanzaban y con la resistencia francesa.
Las derrotas de las tropas alemanas en 1942 e inicios de 1944 dificultaron los planes de asesinar a Hitler, pues éste ya no aparecía en público a diferencia de años pasados y pasaba la mayor parte del tiempo no en Berlín sino en su cuartel general militar conocido como Wolfsschanze ('Guarida del Lobo') situado en Prusia Oriental, o en su refugio alpino de Berchtesgaden. En ambos sitios Hitler era muy resguardado por tropas de la SS y no recibía personalmente sino a sus colaboradores más cercanos, sobre todo después que el jefe máximo de las SS, Heinrich Himmler, empezase a sospechar mediante la Gestapo respecto de planes entre oficiales de la Wehrmacht para asesinar a Hitler.
Grandes Batallas de la Segunda Guerra Mundial
EL ALAMEIN (1942)
Esta batalla comenzó el 23 de Octubre de 1942. En ella se enfrentaron el ejército británico bajo el mando del general Montgomery contra tropas italianas y alemanas a las órdenes del general Rommel. Montgomery realizó un uso combinado de blindados e infantería que le permitió realizar penetraciones en las líneas enemigas. El XX Cuerpo del ejército italiano quedó destruido. Rommel, que no estuvo presente en parte de la batalla, no tenía ni reservas ni combustible. Aun así, pudo retirar en orden a su ejército, gracias a que Montgomery no emprendió una persecución. A pesar de la victoria británica en El Alamein los ejércitos del Eje lograron escapar y combatir durante varios meses más.
MIDWAY (1942)
Fue una batalla decisiva de la guerra naval en el Pacífico. Los
Japoneses enviaron su flota, bajo las órdenes de Nagumo, quien había dirigido el ataque contra Pearl Harbour. En esta batalla los japoneses pusieron en juego casi toda su flota, con el objetivo de atacar la isla de Midway. El plan japonés falló, ya que los norteamericanos consiguieron descifrar sus mensajes y conocían sus intenciones. Los norteamericanos bajo el mando del almirante Nimitz, reunieron a tres portaaviones: Yorktown, Enterprise y Hornet. La batalla básicamente, se desarrolló en el aire, en sucesivas oleadas de ataques de aviones de combate. Los portaaviones japoneses Akagi, Kaga y Soryu fueron hundidos por los aviones norteamericanos. EE UU perdió 150 aviones, un destructor y el portaaviones Yorktown. La victoria norteamericana significó un punto de inflexión de la guerra en el Pacífico.
STALINGRADO (1942)
El 24 de agosto de 1942 los alemanes llegaron a las afueras de la ciudad rusa de Stalingrado, encontrándose con una fuerte resistencia del 42º Ejército ruso. Combatiendo en la ciudad hasta quedar en ruinas, los rusos estuvieron preparando dos ataques por el norte y el sur de la ciudad.
El 19 de noviembre lograron abrir un pasillo por las líneas alemanas. Las tropas rusas comenzaron a rodear a los alemanes en Stalingrado. Hitler negó la retirada a las tropas alemanas cercadas en la ciudad, a las órdenes de Von Paulus. Esto provocó que 300.000 alemanes quedasen atrapados en la ciudad, abastecidos únicamente a través del aire. El 3 de febrero Paulus se rindió con alrededor de 100.000 soldados. Stalingrado fue la batalla más larga y sangrienta de la guerra, supuso el primer triunfo sobre las tropas alemanas desde el comienzo de la guerra.
DESEMBARCO DE NORMANDIA. (Junio-julio 1944)
El desembarco aliado en Normandía, dependía del establecimiento de una cabeza de puente. La invasión comenzó el 6 de junio de 1944. Durante el primer día desembarcaron más de 150.000 hombres. Los principales puntos de ataque fueron las playas de Juno, Gold, Omaha, Utah y Sword. A pesar de la dura resistencia alemana, los aliados fueron capaces de establecer una sólida cabeza de puente. Durante las dos primeras semanas de combates las bajas aliadas fueron de 40.500 muertos, tres quintas partes de ellos eran estadounidenses, ya que habían luchado en los momentos iniciales del desembarco por establecer la cabeza de playa central. El desembarco de Normandía representó un gran éxito logístico de los Aliados que pudieron poner pie en Francia y comenzar la liberación de Europa.
KURSK (1943)
Fue la mayor batalla de carros de combate de la historia, ya que al menos 6.000 tanques intervinieron en ella. La batalla se dio en el verano de 1943. Los rusos ocupaban el saliente de Kursk, los alemanes lograron infiltrarse 48 Kilómetros en el saliente, aunque no consiguieron aislarlo. Las perdidas alemanas se calculan en 70.000 muertos y 2.900 tanques, frente a los 160.000 soldados rusos muertos. Esta batalla representó la última ofensiva importante alemana en el frente del Este. A partir de entonces, y hasta llegar a Berlín las tropas alemanas se mantendrían a la defensiva.
LAS ARDENAS (diciembre 1944-enero 1945)
Hitler decidió concentrar tropas en la misma zona que cuatro años antes había servido a los alemanes para lograr una gran victoria en Las Ardenas. El objetivo de esta nueva ofensiva era abrir una brecha en Bélgica que aislara a los ejércitos aliados al norte de la línea de avance alemana. El ataque comenzó el 16 de diciembre y benefició en un principio a los alemanes gracias al mal tiempo que impidió los ataques de la aviación aliada y al factor sorpresa. No obstante, a partir del 22 de diciembre se inició un contraataque aliado que acabó deteniendo la ofensiva alemana. La derrota alemana en esta batalla supuso la pérdida de muchos hombres y gran cantidad de material.
Esta batalla comenzó el 23 de Octubre de 1942. En ella se enfrentaron el ejército británico bajo el mando del general Montgomery contra tropas italianas y alemanas a las órdenes del general Rommel. Montgomery realizó un uso combinado de blindados e infantería que le permitió realizar penetraciones en las líneas enemigas. El XX Cuerpo del ejército italiano quedó destruido. Rommel, que no estuvo presente en parte de la batalla, no tenía ni reservas ni combustible. Aun así, pudo retirar en orden a su ejército, gracias a que Montgomery no emprendió una persecución. A pesar de la victoria británica en El Alamein los ejércitos del Eje lograron escapar y combatir durante varios meses más.
MIDWAY (1942)
Fue una batalla decisiva de la guerra naval en el Pacífico. Los
Japoneses enviaron su flota, bajo las órdenes de Nagumo, quien había dirigido el ataque contra Pearl Harbour. En esta batalla los japoneses pusieron en juego casi toda su flota, con el objetivo de atacar la isla de Midway. El plan japonés falló, ya que los norteamericanos consiguieron descifrar sus mensajes y conocían sus intenciones. Los norteamericanos bajo el mando del almirante Nimitz, reunieron a tres portaaviones: Yorktown, Enterprise y Hornet. La batalla básicamente, se desarrolló en el aire, en sucesivas oleadas de ataques de aviones de combate. Los portaaviones japoneses Akagi, Kaga y Soryu fueron hundidos por los aviones norteamericanos. EE UU perdió 150 aviones, un destructor y el portaaviones Yorktown. La victoria norteamericana significó un punto de inflexión de la guerra en el Pacífico.
STALINGRADO (1942)
El 24 de agosto de 1942 los alemanes llegaron a las afueras de la ciudad rusa de Stalingrado, encontrándose con una fuerte resistencia del 42º Ejército ruso. Combatiendo en la ciudad hasta quedar en ruinas, los rusos estuvieron preparando dos ataques por el norte y el sur de la ciudad.
El 19 de noviembre lograron abrir un pasillo por las líneas alemanas. Las tropas rusas comenzaron a rodear a los alemanes en Stalingrado. Hitler negó la retirada a las tropas alemanas cercadas en la ciudad, a las órdenes de Von Paulus. Esto provocó que 300.000 alemanes quedasen atrapados en la ciudad, abastecidos únicamente a través del aire. El 3 de febrero Paulus se rindió con alrededor de 100.000 soldados. Stalingrado fue la batalla más larga y sangrienta de la guerra, supuso el primer triunfo sobre las tropas alemanas desde el comienzo de la guerra.
DESEMBARCO DE NORMANDIA. (Junio-julio 1944)
El desembarco aliado en Normandía, dependía del establecimiento de una cabeza de puente. La invasión comenzó el 6 de junio de 1944. Durante el primer día desembarcaron más de 150.000 hombres. Los principales puntos de ataque fueron las playas de Juno, Gold, Omaha, Utah y Sword. A pesar de la dura resistencia alemana, los aliados fueron capaces de establecer una sólida cabeza de puente. Durante las dos primeras semanas de combates las bajas aliadas fueron de 40.500 muertos, tres quintas partes de ellos eran estadounidenses, ya que habían luchado en los momentos iniciales del desembarco por establecer la cabeza de playa central. El desembarco de Normandía representó un gran éxito logístico de los Aliados que pudieron poner pie en Francia y comenzar la liberación de Europa.
KURSK (1943)
Fue la mayor batalla de carros de combate de la historia, ya que al menos 6.000 tanques intervinieron en ella. La batalla se dio en el verano de 1943. Los rusos ocupaban el saliente de Kursk, los alemanes lograron infiltrarse 48 Kilómetros en el saliente, aunque no consiguieron aislarlo. Las perdidas alemanas se calculan en 70.000 muertos y 2.900 tanques, frente a los 160.000 soldados rusos muertos. Esta batalla representó la última ofensiva importante alemana en el frente del Este. A partir de entonces, y hasta llegar a Berlín las tropas alemanas se mantendrían a la defensiva.
LAS ARDENAS (diciembre 1944-enero 1945)
Hitler decidió concentrar tropas en la misma zona que cuatro años antes había servido a los alemanes para lograr una gran victoria en Las Ardenas. El objetivo de esta nueva ofensiva era abrir una brecha en Bélgica que aislara a los ejércitos aliados al norte de la línea de avance alemana. El ataque comenzó el 16 de diciembre y benefició en un principio a los alemanes gracias al mal tiempo que impidió los ataques de la aviación aliada y al factor sorpresa. No obstante, a partir del 22 de diciembre se inició un contraataque aliado que acabó deteniendo la ofensiva alemana. La derrota alemana en esta batalla supuso la pérdida de muchos hombres y gran cantidad de material.
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